Tema: “Ciudades y Pandemia. Una mirada al comportamiento urbano”.
Conferencista: Marko Quiroga Berazaín
Invitado por: Dra. Delia Layher. Responsable de Posgrado Instituto Politécnico Nacional de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, Unidad Tecamachalco. México. IPN-ESIA https://join.skype.com/HWayBgRzXQo3
Fecha: 25 de noviembre de 2020
La dinámica urbana actual, sumada a la presencia de la COVID-19 da cuenta de una fragmentación espacial, exclusión social, y segregación residencial, como las grandes desigualdades estructurales concurrentes históricamente en el medio local, incluso antes de la llegada de la crisis sanitaria. Tanto ciudadanía, como principalmente tomadores de decisiones y generadores de políticas públicas han naturalizado su invisibilidad, haciendo más evidentes las disimilitudes anteriores y las emergentes en el territorio.
Son las zonas urbanas en esencia los entornos físicos, donde se focaliza con mayor precisión el virus, y por tanto donde se manifiesta con más fuerza el contagio, coadyuvados por sobrecargados sistemas de salud, y ausencia de servicios adecuados de agua y saneamiento. Por tanto, las ciudades como contextos donde se concentra mayor cantidad de población deben ser los espacios que cuenten con mayor potencial de respuesta efectiva y poder de readaptación dada la participación multiactoral y diversidad de oportunidades para combatir eficientemente sus efectos.
Al ser entonces las ciudades las receptoras de los mayores impactos provenientes de la enfermedad, sus efectos y la forma de experimentar los mismos, serán diversos, considerando las diferencias funcionales y morfológicas en términos de los atributos urbanísticos ofertados, con certeza afectando más a aquellos sectores vulnerables, periféricos, suburbanos, y marginales producto de la desatención previa en la que habitan el espacio urbano.
La informalidad, la precariedad residencial, la insuficiencia de infraestructura urbana son aspectos que inciden en el grado de alteración sanitaria, más de aquellos segmentos socio residenciales conformados por viviendas y servicios inadecuados, no reconocidos y no integrados a la trama urbana, de alta fragmentación urbana y sin estatus de ciudad, anónimos, excluidos, y discriminados en el acceso al confort de la urbanización.
Comprender y asimilar el fenómeno pandémico desde la reflexión ciudadana y de las estructuras del hábitat popular es determinante para establecer procesos de readaptación – renovación, regeneración, rehabilitación, – que puedan hacer frente a diversos fenómenos, a la vez de atender grandes deudas sociales y económicas con gruesos conjuntos poblacionales que lo único que pretenden es su inclusión.
La pandemia ha puesto en evidencia los riesgos y vulnerabilidades a las que están expuestas las ciudades, motivando a escala global que investigadores y expertos temáticos puedan debatir respecto de las condiciones de sustentabilidad urbana, y en algunos casos a repensar y proponer una multiplicidad de alternativas de su comportamiento hasta arribar a un nuevo modelo urbano que contemple la proximidad funcional, la policentralidad, la resiliencia flexible de las ciudades, considerando a las personas como la base principal de su diseño.
Escrito por: Marko Quiroga
